Cuando el presidente Trump anunció que la CIA había sido autorizada para realizar operaciones dentro de Venezuela, justo cuando drones estadounidenses atacaban otra pequeña embarcación frente a la costa venezolana, pocas personas en Estados Unidos comprendieron que gran parte de esta militarización comienza en el suelo de una tierra a la que se le niega su propia soberanía: Puerto Rico.
La isla, bajo dominio estadounidense desde 1898, vuelve a ser utilizada como base de operaciones del militarismo de Washington, esta vez bajo el relato de la nueva “guerra contra las drogas”, que encubre una campaña de coerción contra los gobiernos independientes de América Latina.
Tras invadir Puerto Rico en 1898, Estados Unidos transformó rápidamente la isla en un puesto militar estratégico: el “Gibraltar del Caribe”, con bases navales en Ceiba, Roosevelt Roads y Vieques, diseñadas para dominar el Caribe oriental y proteger la nueva arteria del imperio: el Canal de Panamá.
Desde la Primera Guerra Mundial, los puertorriqueños fueron reclutados para pelear y morir en todas las grandes guerras estadounidenses, bajo una bandera que aún les niega plenos derechos de ciudadanía. Mientras tanto, las tierras y aguas de la isla fueron expropiadas para campos de bombardeo, entrenamiento naval y operaciones de inteligencia.
Durante seis décadas, la Marina estadounidense usó Vieques como campo de pruebas de fuego real, arrojando millones de libras de explosivos y municiones, incluyendo napalm y uranio empobrecido. El resultado fue una devastación ambiental y una de las tasas de cáncer más altas de la región. Solo un movimiento masivo de desobediencia civil logró finalmente expulsar a la Marina en 2003.
Esa victoria demostró la capacidad de resistencia organizada del pueblo puertorriqueño, pero las estructuras del imperio nunca desaparecieron.
Dos décadas después, esas mismas bases y pistas de aterrizaje están siendo reactivadas. En 2025, Washington amplió discretamente las operaciones militares en la isla, desplegando aviones de combate F-35, estacionando aeronaves de patrulla marítima P-8 y rotando unidades de Infantería de Marina y Operaciones Especiales por los puertos y aeródromos puertorriqueños. La justificación oficial es “operaciones antidrogas”, pero el momento y la escala apuntan a algo mucho mayor: una acumulación militar regional dirigida contra Venezuela.
La agresión se ha extendido a Colombia, donde Trump suspendió toda la ayuda estadounidense y acusó al presidente Gustavo Petro de ser un “líder del narcotráfico”. El anuncio llegó pocos días después de que Petro denunciara los ataques con drones frente a la costa venezolana, uno de los cuales, advirtió, impactó una embarcación colombiana y mató a ciudadanos colombianos. En lugar de rendir cuentas, Washington respondió con insultos y chantaje económico.
La designación del gobierno de Trump de un “conflicto armado no internacional con cárteles de droga” le otorga cobertura legal a ataques con drones y misiones encubiertas lejos del territorio estadounidense. El estatus colonial de Puerto Rico lo convierte en el terreno ideal: un espacio donde el Pentágono puede operar libremente, sin debate en el Congreso ni consentimiento local.
Para los puertorriqueños, esta militarización no es un asunto abstracto. Significa más vigilancia, más riesgo ambiental y una implicación más profunda en guerras que nunca eligieron. También marca el regreso a la misma lógica imperial que convirtió a Vieques en un campo de bombardeo: usar territorio ocupado para proyectar poder hacia el exterior.
Puerto Rico sigue siendo la colonia más antigua del mundo moderno, un “territorio” estadounidense cuyos habitantes son “ciudadanos” pero no soberanos. No pueden votar por el presidente, no tienen senadores y poseen solo una representación simbólica en el Congreso. Esa ausencia de soberanía es precisamente lo que lo hace tan útil al imperio: una zona gris de legalidad donde se pueden preparar guerras sin consentimiento democrático.
No es la primera vez que Puerto Rico se usa como trampolín militar. Sus bases han servido como centros logísticos para intervenciones en todo el hemisferio: desde la invasión estadounidense a República Dominicana en 1965, hasta las de Granada en 1983 y Panamá en 1989.
Cada una de estas operaciones fue justificada bajo la retórica de la Guerra Fría —la defensa de la “libertad”, la “estabilidad” y la “democracia”— mientras apuntaban sistemáticamente contra gobiernos y movimientos sociales que buscaban independencia del control estadounidense.
La congresista puertorriqueña Nydia Velázquez ha advertido que la historia se repite. En un artículo de Newsweek, recordó a Washington la lección de Vieques: que el pueblo puertorriqueño ya ha pagado el precio del militarismo estadounidense con contaminación, desplazamiento y abandono.
“Ya nuestro pueblo ha sufrido suficiente por la contaminación militar y la explotación colonial. Puerto Rico merece paz, no más guerra”, declaró.
Su llamado coincide con el de las naciones del Caribe y América Latina en la CELAC, que han declarado a la región como una “Zona de Paz”.
El despliegue militar en torno a Venezuela sigue un patrón histórico de la política exterior estadounidense: cuando una nación decide controlar sus propios recursos o negarse a obedecer las órdenes de Washington, se convierte en objetivo. Venezuela, Cuba y Nicaragua son castigadas precisamente por eso. Las sanciones, los bloqueos y las operaciones encubiertas funcionan como mecanismos de dominación para mantener el hemisferio abierto al capital y al alcance militar de EE. UU.
El papel de Puerto Rico en esta estrategia revela la hipocresía central de Washington: libra guerras en nombre de la libertad mientras niega esa misma libertad a la colonia que aún posee. Su pueblo es gobernado sin plena representación, su tierra se usa para la guerra y su economía sigue atada a los dictados de Washington. La demanda de independencia de Puerto Rico es la misma que la de Venezuela, Cuba y toda nación que se niegue a vivir de rodillas: el derecho a decidir su propio futuro.
La lucha por la paz, la soberanía y la dignidad en Nuestra América pasa por las costas de Puerto Rico. Cuando los drones estadounidenses despegan desde pistas caribeñas para atacar a Venezuela, sobrevuelan los fantasmas de Vieques, la tierra donde los puertorriqueños una vez se enfrentaron desarmados a un imperio.
Puerto Rico merece un futuro de paz, sanación ambiental y soberanía, y Venezuela merece lo mismo: el derecho a vivir libre de asedio, a defender su independencia y a construir su propio destino sin miedo a bombas o bloqueos de Estados Unidos. Defender el derecho de Puerto Rico a la paz es defender el derecho de Venezuela a existir.
Referencias:
- AP News. (2025, 18 de octubre). CIA Authorized to Conduct Operations Inside Venezuela. https://apnews.com/article/cia-authorized-venezuela-operations
- Al Jazeera. (2020, 27 de enero). Puerto Rico’s Vieques Still Suffers Toxic Legacy of U.S. Navy Bombing. https://www.aljazeera.com/news/2020/1/27/puerto-rico-vieques-toxic-legacy-us-navy
- CELAC (Latin American and Caribbean Economic System). (2023, enero). CELAC Reaffirms Latin America and the Caribbean as a Zone of Peace. https://www.sela.org/en/press/releases/2023/01/zone-of-peace-celac-declaration.html
- Foreign Policy in Focus (FPIF). (2018, 3 de mayo). The Toxic Legacy of U.S. Naval Bombing in Vieques. https://fpif.org/the-toxic-legacy-of-us-naval-bombing-in-vieques/
- History.com. (2024). The U.S. Purchase and Occupation of Puerto Rico. A&E Television Networks. https://www.history.com/topics/latin-america/purchase-of-puerto-rico
- NBC News. (2025, 15 de octubre). Trump Calls Colombian President Petro a ‘Drug Leader’ After Aid Cut. https://www.nbcnews.com/news/world/trump-petro-drug-leader-accusation-2025
- Newsweek. (2025, 7 de febrero). U.S. Expands Puerto Rico P-8 Maritime Aircraft Operations Amid Venezuelan Crisis. https://www.newsweek.com/us-military-expands-puerto-rico-p8-maritime-aircraft-operations-venezuelan-crisis-1874523
- The Guardian. (2025, 19 de enero). U.S. Military Deploys F-35 Fighter Jets to Puerto Rico Amid Rising Tensions. https://www.theguardian.com/world/2025/jan/19/puerto-rico-f35-jets-us-military
- The Guardian. (2025, 19 de octubre). Colombia Denounces U.S. Drone Strike That Killed Its Citizens Off Venezuela. https://www.theguardian.com/world/2025/oct/19/colombia-denounces-us-drone-strike-venezuela
- The Wall Street Journal. (2025, 25 de febrero). U.S. Marines, Special Operations Units Stationed in Puerto Rico Near Venezuelan Coast. https://www.wsj.com/articles/us-marines-special-operations-puerto-rico-venezuelan-coast-2025
- The Washington Post. (2025, 20 de octubre). U.S. Drone Strike Off Venezuela’s Coast Raises Questions About Targeting and Legality. https://www.washingtonpost.com/world/2025/10/20/us-drone-strike-venezuela-boat/
- U.S. Air Force Police Alumni Association. (2018). U.S. Invasion of Grenada (1983). https://www.usafpolice.org/us-invasion-grenada-1983.html
- U.S. Naval Institute (USNI). (2015, junio). The 1965 Dominican Republic Intervention. Naval History Magazine. https://www.usni.org/magazines/naval-history-magazine/2015/june/dominican-republic-intervention-1965
- USA Today. (2018, 1 de mayo). Puerto Rico’s Vieques Has One of the Highest Cancer Rates After U.S. Navy Bombing. https://www.usatoday.com/story/news/nation/2018/05/01/puerto-rico-vieques-cancer-navy/
- Velázquez, N. (2025, 22 de octubre). Puerto Rico’s Nydia Velázquez: ‘Vieques Proves the Cost of U.S. Militarism’ [Opinión]. Newsweek. https://www.newsweek.com/puerto-rico-nydia-velazquez-vieques-us-militarism-opinion-1874499
- Yahoo News. (2024, 21 de diciembre). U.S. Invasion of Panama (1989) Explained. https://news.yahoo.com/us-invasion-panama-1989-explained-130044390.html

