A 220 años del Juramento del Monte Sacro, el Instituto Pueblos para el Pensamiento Original realizó un conversatorio para ofrecer una perspectiva robinsoniana sobre este hecho tan significativo en la vida del Libertador, y sobre todo para la historia de nuestro país. Junto a la profesora Alejandrina Reyes y el experto Nelson Chávez, y con la moderación de Roberto Malaver, seguimos apostando por rescatar el pensamiento original del maestro Simón Rodríguez.
Más allá de la controversia entre historiadores
Después de viajar desde París, y recorrer Lyon, Chambéry, Turín, Milán, Montichiari, Venecia y Florencia, hasta llegar a Roma, el joven Simón Bolívar, junto a su maestro Simón Rodríguez y Fernando del Toro, realiza el 15 de agosto de 1805 un juramento en el Monte Sacro a orillas del río Anio. Este juramento representa un parteaguas en la historia de nuestro país y América. A pesar de las discusiones entre expertos e historiadores sobre la validez y autoría del juramento, y los cuestionamientos en torno a su autenticidad basada en el estilo y redacción, el profesor Nelson Chávez apunta que la Carta de Pativilca, donde Bolívar menciona el juramento, sirve para disipar dudas.
El Juramento del Monte Sacro es, en muchas ocasiones, descrito como un compromiso hacia la libertad y la ruptura de las cadenas del poder español; no obstante, Roberto Malaver apunta que es un sacrificio enorme por parte del joven Bolívar para alcanzar la independencia. De esta manera, los participantes de este conversatorio apuntan hacia la potencia imbuida en un juramento, y rememoraron otros juramentos realizados en otras épocas por figuras significativas en nuestro país: el juramento en el Samán de Güere por los miembros del MBR-200 o el juramento del Esequibo, por Pompeyo Torrealba, como ejemplos del impacto que generan en años posteriores y futuras generaciones.
Dos caras de la misma moneda
Los ponentes del conversatorio coincidían en la evaluación sobre este juramento a través del cual Simón Bolívar no sólo tenía un conocimiento pleno de la realidad, sino que había entendido la razón de su vida. Ante una situación marcada por la pérdida de sus padres siendo niño, y de su esposa en su juventud, y rodeado de riquezas y privilegios, el rol protagónico de Simón Rodríguez es fundamental. En esa travesía por Europa, el maestro Robinson acompaña al joven Bolívar hasta el Monte Sacro que, según Augusto Mijares, marcaría el día en el que empieza a ser el Libertador.
Simón Rodríguez educó y formó desde el afecto y el respeto como maestro y como amigo, también provocó y emplazó al joven Simón para que reconociera la realidad que oprimía al pueblo y las cadenas que ataban a la América toda; así, le recuerda en una carta donde reconoce su grandeza que aún tenía que cumplir su juramento. Mientras que la otra cara de la moneda recalca que fue un día lleno de gloria:
¿Se acuerda usted cuando fuimos juntos al Monte Sacro en Roma a jurar sobre aquella tierra santa, la libertad de la patria? Ciertamente no habrá usted olvidado aquel día de eterna gloria para nosotros, día que anticipó, por decirlo así, un juramento profético a la misma esperanza que no debíamos tener. (Carta que envía Simón Bolívar a su maestro Don Simón Rodríguez, Pativilca, 19 de enero de 1824).
A pesar de estar separados durante aproximadamente diez años, Rodríguez mantenía una visión política clara, y esto impacta en la amistad entre estos dos. En las cartas que intercambiaron, se observa un fuerte sentido del deber hacia el pueblo y la transformación de la realidad que quedó inconclusa tras la muerte del Libertador.
La importancia de rescatar el pensamiento del Maestro
El pensamiento robinsoniano ha enfrentado obstáculos a lo largo de nuestra historia debido a una serie de factores que han dificultado la difusión de su obra. Sobre este punto, la profesora Alejandrina Reyes señala que la ausencia de editores ha incidido en la publicación de sus libros; así, uno de los esfuerzos por parte de la Universidad Simón Rodríguez, donde es rectora, ha comprendido la publicación y digitalización de sus obras completas. Además, resalta que se han realizado planes para traer al maestro Rodríguez al siglo XXI a través de códigos QR, creación de aplicaciones que, mediante la Inteligencia Artificial, permite tener un diálogo con Simón Rodríguez, así como actividades educativas, informativas y divulgativas en una amplia gama de espacios donde estudiantes y participantes pueden interactuar y reflexionar sobre Simón Rodríguez.
Rodríguez ocupó múltiples cargos significativos en el gobierno, desarrolló políticas que incidieron en la organización económica y educativa de Bolivia, ya que consideraba que la independencia política no garantizaba la libertad del pueblo, se requería preparación educativa para vivir en libertad. La profesora Alejandrina Reyes apuntaba también que había un marcado sentir conservacionista y una relación particular con la naturaleza y el ambiente, así como una noción de la libertad como proceso continuo, más que como una serie de actos y hechos clausurados.
A modo de conclusión
Uno de los puntos de acción y reflexión crítica que surgen a partir de este conversatorio trata sobre la necesidad de fortalecer la presencia de Simón Rodríguez y el pensamiento robinsoniano en el país. Adicionalmente, sería significativo conectar con la juventud a través del uso consciente de nuevas herramientas tecnológicas, y unir esfuerzos para fortalecer la difusión y la comprensión del legado de Simón Rodríguez.
Para Robinson la libertad implica más que un estado político, toca también la capacidad de un pueblo para vivir como nación libre. En este sentido, también debemos estudiar y retomar el germen robinsoniano que planteaba la gestión territorial hace 200 años. La toparquía como categoría podría servirnos de horizonte en la lucha por la consolidación de otro modelo de democracia, desde abajo, desde las comunas.
La trascendencia del juramento simboliza no solo un pacto de lealtad con los principios emancipadores, sino también una declaración y promesa de la lucha por la libertad. De esta forma, la relación entre el maestro y el pupilo no representa únicamente una alianza clave en la historia de la independencia latinoamericana, sino que es innegable la influencia de Simón Rodríguez en el Libertador. La concreción de la igualdad para el pueblo venezolano quedó en suspenso, es una herencia que se encuentra a la espera de ser retomada desde lo económico, político, social y moral, reafirmando la necesidad de revivir y poner en práctica las ideas de Simón Rodríguez y el ideal bolivariano para enfrentar los desafíos actuales en la consolidación del poder popular.
Si deseas ver el conversatorio, visita nuestro canal de YouTube https://youtube.com/@pueblosve?si=POJsZDi_W6MmEhRs