Caracas, 5 de noviembre de 2025.- El encuentro Lucha contra el ALCA: Desafío de los pueblos, organizado por el Instituto Pueblos y la Fundación Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg), fue el espacio para conmemorar este miércoles en Caracas los 20 años del No al ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas).
El presidente del Celarg, Pedro Calzadilla, dio inicio a la jornada destacando que los pueblos están ganando victorias permanentes contra el capitalismo y el imperialismo. Esas victorias deben convertirse en memoria viva y no permitir el olvido “para que esa maquinaria no nos devore”.
En este sentido, calificó como una “descomunal victoria” el No al ALCA que expresó Venezuela con la dirección del presidente Hugo Chávez en el año 2001.
Luis Berrizbeitia, director de Pueblos: Instituto para el Pensamiento Original, aseveró que hace 20 años se le dio un “portazo al imperialismo, por eso hoy invitamos a varios detalles protagonistas que estuvieron allí, en ese histórico momento”, agregó, al tiempo que dijo que “estamos del lado de los pueblos siempre”.
Para Berrizbeitia, es fundamental el debate para recordar que decir No al ALCA fue expresar una postura en contra de las políticas del capitalismo, que priorizan el comercio antes que a la humanidad. “Nuestra tarea como revolucionarios es hacer lo contrario que el imperialismo, que es lograr la unión de los pueblos”, alertó.
Los testimonios y los protagonistas
El investigador del Instituto Pueblos y rector de la Universidad Nacional de las Comunas (Unacom), Jorge Arreaza, recordó que el No al ALCA en Mar del Plata, Argentina, no fue algo inmediato, “había todo un contexto mundial”.
“Hoy están forzando una hegemonía con un poder que ya no tienen, pero en los años 90 el neoliberalismo se planteaba como ‘el sistema’, la globalización, el pensamiento único”, refirió Arreaza, al tiempo que recordó que el capitalismo -en ese entonces- planteaba con el ALCA fortalecer el mercado y rebajar o eliminar los subsidios sociales para la población. El mercado era el epicentro, comercio para las Américas con “asimetrías brutales, privatizaciones de todos los sectores: salud, educación, la libre empresa y libre mercado”, dijo el investigador de Pueblos.
La investigadora y profesora Judith Valencia, integrante de la comisión negociadora de comercio de Venezuela en los años 2000-2004, indicó que la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) era una alternativa al ALCA, una fórmula para la integración de los pueblos, la cual se concretó y nació en 2004 por Chávez y el comandante Fidel Castro, líder de la Revolución cubana.
Enfatizó que el equipo negociador detectó una clave para conocer desde la matriz el documento del ALCA. Detalló también que se realizó una “insólita” reunión, donde se formarían los negociadores y donde se debía encontrar la estrategia para informar al pueblo sobre el área de libre comercio, a fin de decidir si el país se sumaba o no a la propuesta de EEUU. En esa reunión estuvo presente el embajador de Estados Unidos en Venezuela (2002-2004) Charles Shapiro.
Había una clave que permitía solamente a los gobiernos conocer la propuesta real, “y Chávez descubre la clave y la difunde a los pueblos”, contó Valencia.
Karlin Granadillo, también integrante de la comisión negociadora, afirmó que en su momento plantearon las asimetrías que establecía el tratado de libre comercio. “Todas éramos pequeñas economías en relación con Estados Unidos”, reveló.
El dirigente y exministro Wilmar Castro Soteldo, subrayó que el ALCA era la “materialización del proyecto morbo” de controlar todo el continente americano, desde Canadá hasta la Patagonia, por parte de Estados Unidos”.
También mencionó que la voz de los pueblos frenaran el ALCA, “ese proyecto nefasto”, sentenció.
Igualmente, el profesor Reinaldo Sosa, integrante en 2005 del equipo de análisis estratégico de la Cancillería venezolana y activista política, confirmó que las protestas fueron esenciales para derribar al ALCA.
Finalmente, el ministro para la Cultura, Ernesto Villegas, aseveró que la derrota del ALCA es hoy también, “eso no fue hace 20 años, es ahora. Hace 20 años hubo una rebelión en ese mal llamado patio trasero y esa rebelión está presente hoy”.
Denunció que en la actualidad el ALCA no tiene el discurso del comercio, sino la intención de dominar a todos los pueblos, la invasión militar y eliminar las democracias en América Latina y el Caribe.
El 20 de abril de 2001, el comandante Hugo Chávez, durante la III Cumbre de las Américas en Québec, Canadá, declaró que Venezuela se oponía a la propuesta del ALCA.
“La delegación de Venezuela desea reservar su posición acerca de los párrafos 1 y 6 de la Declaración de Québec, por cuanto a juicio de nuestro Gobierno la democracia debe ser entendida en su sentido más amplio y no únicamente en su carácter representativo. Entendemos que el ejercicio democrático abarca además la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones y en la gestión de gobierno, con miras a la construcción diaria de un proceso dirigido al desarrollo integral de la sociedad. Por ello, el Gobierno de Venezuela hubiese preferido, y así se solicitó en esta cumbre, que en el texto de la Declaración quedase reflejado expresamente el carácter participativo de la democracia”, reza la declaración final en la página seis del documento.
En dicha cumbre Venezuela fue el único país en oponerse, de los 31 Estados participantes. “Teníamos que enterrar el ALCA en Mar del Plata”, dijo Chávez en octubre de 2010, recordando la victoria contra ese mecanismo estadounidense.

