Un mundo en construcción

El sistema mundo, en la construcción globalizada mediada por la inmediatez de la comunicación y la conectividad como elemento natural, cambió la lógica de organización en la totalidad. La constitución hegemónica, producto de los consensos posteriores a la segunda guerra mundial, derivaron en la naturalización de un sistema global liberal/capitalista. La disidencia es sofocada por la industria mediática -que se constituye bajo los preceptos ontológicos de esta superestructura- haciendo cada vez más compleja la conformación de nuevos polos de voces políticas alternativas. Sin embargo, el crecimiento económico y político construido por los gigantes del este (Rusia y China), así como la conformación de organizaciones y alianzas de los países denominados periféricos (del sudeste asiático, África y América Latina y el Caribe) generan un movimiento en el tablero geopolítico global y proporciona elementos para el análisis y la construcción de teorías y propuestas de acción política.

Sistema hegemónico global: Estados Unidos como gestor de la lógica dominante, la tradición y sus contradicciones

El sistema hegemónico liberal/capitalista es liderado por los Estados Unidos. Su vocación de poder -esbozada en la segunda mitad del siglo XIX, practicada a lo largo del siglo XX y consolidada en los albores del siglo XXI-, marcan los ritmos de la agenda geopolítica global. Su acción continuada que pretende la subordinación, reduce la disidencia e impulsa el seguimiento irreflexivo del resto de naciones, manipula los acuerdos y las instituciones creadas para la administración democrática de la convivencia entre Estados bajó los preceptos consensuados en el Derecho Internacional. Sin embargo, se puede rastrear que su propia vorágine lleva consigo la contradicción que vislumbra el resquebrajamiento de su dominación monolítica. El estudio de este proceso y de los diversos apuntes coyunturales forman parte de una agenda fundamental para la comprensión de la actualidad y perspectivas a mediano plazo de la organización global.

Europa: otrora potencia imperial como actor de reparto en la operación hegemónica global

El sistema liberal/capitalista tuvo su origen en Europa en el final del siglo XVIII con la conformación de los Estados Nacionales como estructura de organización moderna. La precaria situación económica de post guerra y la necesidad de abrazar la reconstrucción aceptando las condiciones del Plan Marshall -entregando de este modo a los Estados Unidos el manejo económico global por la vía del patrón de su propia moneda-, colocó a Europa en su totalidad -y a las principales potencias modernas como Francia, Inglaterra, España y Alemania en lo particular- en una especie de subordinación velada que los obliga a acompañar decisiones que no son administradas en su propio seno. La construcción de un estado de bienestar en la denominada zonaeuro se construyó bajo la reducción de la crítica y la disidencia. Estudiar los procesos de este otrora centro político y su estado de participación actual en el sistema global ofrece una visión complementaria sobre la constitución del sistema en sí.

Nuevas lógicas de resistencia: China y Rusia, potencias de la multipolaridad

La imposición de normas y el avasallamiento político global de los Estados Unidos procuró absorber voluntades, pero también intentó reducir a los estados que pudieran hacerle sombra por su envergadura económica, política y social y sobre todo por su no alineación desde la constitución política soportada en la tradición occidental. Si bien existen numerosos países, así como asociaciones como el BRICS, destacan en este rubro los procesos liderados por Rusia y China y su progresiva alianza que procura establecer nuevos equilibrios sobre la administración de la agenda global. La cualidad de Rusia, que tiene una tradición política propia, así como un desarrollo económico y social alternativo; lo mismo que el gigante asiático, convierten esta dupla en la principal amenaza para la continuidad y proyección hacia el futuro de la hegemonía estadounidense. Aproximarse a la comprensión de estos procesos y de las acciones políticas en este territorio se convierte en una necesidad.

El Sur también existe: los Estados subalternos y sus desafíos en la construcción de un nuevo orden

La difícil situación de los llamados países de la periferia, que a menudo son los principales suplidores de materia prima y mano de obra precarizada para alimentar la vorágine de los llamados países desarrollados, es uno de los temas centrales para la recomposición del sistema global. La política continua de marginación de la renta y desarrollo productivo abre la brecha y aumenta la pobreza en las inmensas mayorías de la población mundial. Establecer estrategias de articulación y unión política entre los países -y desde allí nuevos bloques de desarrollo integral y sustentable- permite la elaboración de nuevas rutas para la construcción de un sistema que progresivamente palie las asimetrías propias de la coyuntura.

La voz de los pueblos como resonancia política para una nueva construcción sistémica

Si bien los estados, como lógica de organización moderna de la cosa pública, son quienes marcan la pauta para la construcción del sistema global, la progresiva incorporación de voces por nuevos mecanismos de resonancia y amplificación permiten a diversos colectivos organizados buscar ser parte con parte dentro del litigio político global. Nuevos espacios de articulación popular y sectorial, la construcción de plataformas para la acción y la propuesta de agendas alternativas que se salgan de la lógica de los estados y atiendan las expectativas directas de los pueblos organizados, es una realidad concreta. Existe un espacio para el estudio y desarrollo de una agenda popular global con la construcción de plataformas y espacios de articulación que permitan la incidencia sobre la agenda estructural globalizada.

El debate de la información y las nuevas tecnologías al servicio de la hegemonía global

El desarrollo científico y tecnológico de las comunicaciones avanzó en el siglo XXI de forma exponencial. El Ágora como espacio limitado de la antigüedad, con un radio de acción que alcanza hasta la proyección de la voz del orador, hoy no tiene límites. Existe en la potencia de la innovación una parcialidad que está atada a un interés corporativo, con una intencionalidad política que procura amplificar la voz de las ideas dominantes. Pero también esto permea como posibilidades para la subalternidad. La capacidad de acceso a mecanismos de comunicación y de tecnologías libres ofrece caminos para la resistencia. Otro apartado debe hacerse con el estudio de la inteligencia artificial (IA) que se esboza como un espacio de incertidumbre en la construcción de contenidos y del desarrollo de las ideas.