La razón económica

La operación que va de la etimología de la palabra economía (es Oikos nomos que se traduce como la administración del hogar) a la administración de los recursos que sustentan la comunidad política pasa por la razón que soporta la cualidad política de la sociedad. Esto quiere decir que existen tantas alternativas de distribución de los recursos como abordajes sobre el sentido de justicia que determina a un Estado. La aspiración totalizante de la hegemonía liberal/capitalista impuso una idea sobre unas leyes unívocas del hacer económico, que sólo se adapta a su forma de pensar los preceptos de la sociedad. Es necesario hacer un estudio orgánico sobre las lógicas de distribución de los recursos de acuerdo los consensos que toman los ciudadanos sobre la administración de la cosa pública. Entender la Economía Política como una ciencia que interpreta la diversidad de propósitos en cuando a comunidad política que pueden existir y como esto se integra en un sistema multipolar y tolerante con la autodeterminación de cada país

Una ciencia que comprende la diversidad

La economía como ciencia abre las posibilidades para la construcción de diversos modelos. Lejos de la sentencia que habla de las “leyes de la economía”, la disciplina no obedece a fórmulas, sino a procesos de interpretación de la realidad social. Es en función a este principio que se deben estudiar los diversos mecanismos para el fortalecimiento de la ciencia al servicio de las necesidades. La distribución de los recursos de una comunidad política será dependiente del contrato social que en esta se suscriba, incluso tomando como referencia los parámetros de la hegemonía liberal burguesa. La comprensión de estudios económicos que ofrezcan modelos alternativos a la lógica unívoca suscrita por la hegemonía dominante es un principio fundante del pensamiento original.

La hegemonía liberal capitalista

Buena parte de la lógica hegemónica global de la actualidad debe entenderse a través del ejercicio del control de los parámetros económicos que rigen el intercambio global. Este es un signo de todas las potencias dominantes a lo largo de la historia. El nivel de globalización que alcanzó el planeta producto del avance en las tecnologías de información y comunicación tiene como consecuencia que del mismo modo se expanda el radio de influencia económico de la potencia totalizante. De esta forma, la economía se convirtió en un arma de última generación para reducir la beligerancia y la rebeldía de todo aquel que no se sume al modelo y la doctrina que se escribe en el los despachos de Washington. Es necesario comprender el alcance y las dimensiones de la economía como mecanismo de dominación por parte de la potencia hegemónica para generar estrategias de resistencia para todos aquellos que consideren modelos alternativos para el bienestar de sus pueblos.

Potencias económicas alternativas

Dentro de las propias normas del capitalismo hegemónico, hay gigantes económicos que han logrado acomodar sus sistemas productivos para hacerlos competitivos en la escala de competencia con los Estados Unidos. Dos sobresalen por encima: China y Rusia. La incorporación de potencias económicas en el tablero mundial provocó la reacción de la potencia hegemónica que, con el control de las reglas de juego, coloca nuevos parámetros para limitar la ascendencia de estas economías en la escala global. El estudio de las lógicas de acción económica de estos países -más otros que se suman a esta tendencia como India, Brasil y Suráfrica; para completar los miembros fundadores de los BRICS- es fundamental para complementar la idea sobre las perspectivas de nuevas formas de encarar la economía global.

La subalternidad: la explotación de los recursos naturales de los pueblos

El papel de subalternidad en el sistema mundo se traduce con dramatismo en el apartado económico. Buena parte de los países llamados en su momento en vía de desarrollo no son más que vendedores de materias primas o productos poco procesados, pero a su vez son consumidores de los inventarios de los países industrializados. El resultado es la eternización de una economía deficitaria que no deja crecer a buena parte de la población mundial que está condenada a servir a la élite que maneja los hilos de la hegemonía. Es necesario generar mecanismos de comprensión de estas dinámicas que permitan a su vez el desarrollo de un plan integral de acción en economía política para salvar las asimetrías y generar bienestar integral para toda la población mundial.